San Pedro de Macorís, RD. El Seibo.
Un chofer de transporte turístico mató
anoche a su ex pareja, una enfermera del hospital público, y se suicidó de un
disparo en el sector Villa Guerrero, donde también el hombre quemó el minibús
en que se desplazó hacia la vivienda de la occisa.
Las víctimas fueron identificadas como
Belkis Rodríguez Constanzo, de 44 años; y Reyito Morales, de 54.
Rodríguez, quien era enfermera en el
hospital "Teofilo Hernández", recibió un disparo en el tórax superior
derecho; mientras que Morales, chofer residente en Hato Mayor, sufrió un
disparo en la cabeza.
El minibús incendiado es marca Iveco, color
blanco, placa I06600, de una compañía de transporte turístico aún no
determinada.
Las versiones
Arismendy Villa Rodríguez narró a las autoridades que el homicida-suicida hacía
alrededor de tres años intentó matar a su tía con una pistola, razón por la que
estuvo preso por siete meses, y que nunca más volvió a saber de él.
La Policía maneja la información de que
Morales llegó a la casa de su ex pareja, incendió la guagua y que cuando
Rodríguez Constanzo se acercó a la salida de la parte trasera de la casa, le
disparó y luego él acabó con su vida.
En el lugar del hecho se colectó un
casquillo para pistola calibre 9 milímetros, un proyectil mutilado, una caja de
fósforos próximo al cadáver, no así el arma.
En relación con el hecho, la Policía
arrestó a Leonel Justo Eusebio, de 39 años quien reside en la parte trasera y
próximo donde cayó el homicida-suicida y el arma, la cual no ha sido
localizada.
Sin embargo, el periodista Manuel Antonio
Vega se enteró de que Belkis Rodríguez y Reyito Morales fueron ultimados por un
hombre con el que la dama mantenía una relación sentimental.
"Cuando el vehículo se encontraba en
llamas, la víctima trató de escapar por la parte trasera de la casa, donde fue
emboscado y muerto de un disparo en la cabeza", publicó Vega. Y agregó que
luego mataron a Rodríguez.
Los cuerpos fueron examinados por la
médico legista Martha Teresa Aquino, quien ordenó el envío de los cadáveres a
la sede del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) en San Pedro de
Macorís.
Por Franklin Cordero.
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