Un trabajo sobre la Biblia hecho por un Periodista de SPM.

San Pedro de Macoris;RD, Un comunicador de esta ciudad hizo algunas reflexiones sobre frases bíblicas contenidas en diferentes libros de los que componen la Santa Biblia.
Cesáreo Silvetre dijo que con ello trata de evitar malos entendidos en algunas de esas frases que han permanecido durante siglos en el sagrado libro y que muchas personas podrían mal interpretarlas.


PRECISIONES BIBLICAS, ENFOQUES.
Mas que aclarar, precisar es fijar las cosas en el lugar exacto que le corresponde estar. Esto, independientemente de la ubicación relativa de las acciones.
En el presente tema, trato de despejar algún mal entendido con relación a escrituras bíblicas que no son mal interpretadas. Cuando un texto se saca de contexto, se convierte en un pretexto exiguo por demás; por ejemplo, ¿Cuantas veces? hemos escuchado decir:
"Yo soy cristiano, (a), no hago mucha liga con las personas del mundo". Es necesario aclarar que, cuando la Biblia habla de las gentes del mundo, no se refiere al planeta que habitamos en el universo terrenal, no se trata de lo físico, se refiere al espíritu, que es todo aquello que no depende de materia. Son emociones intangibles que no se ven, pero que se sienten e influencian en el estado espiritual y emocional, que se manifiesta en nuestra manera de pensar y de actuar.


Todo cristiano debe reconocer que aun convive en este mundo, no estamos en el cielo, seria muy difícil desligarnos de las personas no "cristinas, a las que algunos llaman del mundo". ¿El cristiano, no convive en este mundo?
La expresión "mundo", se refiere al sistema mundano, referente al proceder de los que actúan bajo las codicias, lascivias y actitud desenfrenada. Se trata de las bajas pasiones que provienen de corazones mal influenciados, quienes albergan lujurias inclinadas a las depravaciones inmorales, o que riñen con lo espiritual.
"Son mundanas las acciones jactanciosas de vanidad, aquellas personas que, aun estando en las iglesias procuran regirse como los que asientan dentro de ellos dioses particulares". Personeros indiferentes ante las necesidades humanas de los demás.
Esos que prefieren vivir de fantasías y demás cosas superfluas, que tratan de vivir simulando lo que en realidad no son.  Influenciados por los deseos desenfrenados y maliciosos. Las indicadas descripciones de mundanos, no solo habitan en los que están apartados de las iglesias.
Dios nos ha ofrecido la existencia para que llevemos el Evangelio a los inconversos, y seamos un ejemplo de buen vivir al servicio de nuestro prójimo, no es solo parecer..., debemos ser... Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, las apetencias de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo, que son los pensamientos y malas acciones... (1 Juan 2:16).
Este texto se refiere a los deseos mal sanos que habitan en los corazones donde no están presentes las leyes divinas establecidas por Dios.
El problema no son las personas, es el deseo a cometer el mal que vicia a muchos dentro y fuera de las distintas congregaciones.
Que quede claro, no es que rehusemos amistarnos con personas que no sean cristianos, estamos y estaremos siempre compelidos a socializar; estamos en este mundo, aun todavía no hemos llegado a convivir en el cielo infinito, que se entienda.
Dios lo que no quiere es que pensemos y actuemos como mucha gente de este mundo, que no nos aventuremos en hacer las mismas cosas que ellos hacen, referente a lo que no concuerda con las sagradas escrituras. Son los deseos y placeres humanos que no le agradan a Dios.
Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.”  1 Juan 2:15-17.
En Santiago 4:1, escrito está, “¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?”Aquí en 1ra de Juan, la Biblia habla de pasiones refriéndose a los deseos de la carne, de los ojos y la vanagloria de la vida.
Debido a esas ambiciones de la carne, deseos de los ojos y la vanagloria, nuestras vidas de fe se interrumpen frecuentemente, aunque todo lo podemos en Jesús que nos fortalece, hemos sido salvados con la sangre vertida en la cruz por nuestro Dios, señor y salvador Jesucristo.
Lo importante sobre todo, que los "deleites del mundo"  no nos permitan que las cosas mundanas nos quiten el espacio que debemos ofrecer a nuestro Dios.
Las personas mundanas, viven para que complazcan sus caprichos, más el ser humano de valor espiritual vive para complacer al necesitado y a nuestro Dios, sin animo de jactancia, ni de tratar de juzgar al otro. Solo Dios conoce los corazones, no somos quienes para juzgar a los demás.  Mateo 7.(Lucas 6.37-38,41-42).

2.-Aclaración (B):
"Yo no creo en nadie, maldito el hombre que confía en otro hombre:"  -Cuando la biblia dice esto, no significa que no creamos en ningún ser humano en un momento determinado, lo que no se puede es quitar los ojos de Dios y ponerlo en una persona, es decir, nuestra fe debe estar cimentada en Dios, no en los seres humanos y, que se entienda, tener fe en Dios, y confiar en el prójimo en un determinado momento, no es lo mismo.
Debemos poner la mirada en lo celestial. Rendir nuestras vidas y poner toda nuestra confianza en el Señor. El hombre o la mujer que inclina su vida en  lo material en el otro confía. Pero claramente dice la escritura:
“Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo y su corazón se aparta de Dios.” Jeremías 17:5.
Este versículo es claro. Si vivimos nuestras vidas quitando nuestras miradas de Dios, seremos amadores de dioses ajenos.
3.-Aclaración (C):
Algunos optan en no ser solidarios ante el hambriento y desamparado, apoyándose en que el que no trabaje que no coma. Es más bien el que no quiere trabajar.
Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros.
Porque vosotros mismos sabéis de qué manera debéis imitarnos; pues nosotros no anduvimos desordenadamente entre vosotros, no porque no tuviésemos derecho, sino por daros nosotros mismos un ejemplo para que nos imitaseis. Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.
Porque oímos que algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno. A los tales mandamos y exhortamos por nuestro Señor Jesucristo, que trabajando sosegadamente, coman su propio pan. Y vosotros, hermanos, no os canséis de hacer bien.
Si alguno no obedece a lo que decimos por medio de esta carta, a ése señaladlo, y no os juntéis con él, para que se avergüence. Mas no lo tengáis por enemigo, sino amonestadle como a hermano.
2 Tesalonicenses 3:10
Autor: Cesareo Silvestre.






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