San Pedro de Macorís: Hoy me gustaría compartir un pequeño cuento que ayer recibí y creo que merece la pena pararse a leer.
Una joven pareja se mudó a un nuevo vecindario. A la mañana siguiente, mientras desayunaban, la joven vió a su vecina colgar la ropa lavada. "La ropa no está muy limpia", dijo: "esa señora no sabe como lavarla correctamente, tal vez tenga que cambiar de jabón.". Su marido la miró y se mantuvo en silencio.
Cada vez que la vecina colgaba la ropa a secar, la joven hacia los mismos comentarios.
Un mes más tarde, la joven se sorprendió, al ver las limpias y bonitas ropas que su vecina estaba colgando y le dijo a su marido: " mira, mira, la vecina ha aprendido a lavar correctamente" y el marido le contestó: " cariño, me levanté temprano esta mañana y limpié los cristales de las ventanas".
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